Siempre digo que me gusta mucho la gente capaz de decir mucho con poco, esos que no necesitan lo mejor ni lo más caro del mundo para hacer verdaderas maravillas con cualquier brocha deshilachada o transmitir como nadie con la música. Esa gente, decía, que emociona, conecta y recoge lo bonito en dos sílabas, un acorde y una mancha descolorida, o que da un nuevo sentido a lo que parecía feo, roto o cotidiano sin perder su esencia (como mis patatas fritas con mayonesa jaja). Si hay algo que me encanta es buscarle las cosquillas y el lado bueno a la cara B.

Cuando hablaba de esa gente que toca música y hace fotos geniales en los descampados más feos o de esa otra que encuentra algo que el resto no vemos en edificios abandonados o en letras callejeras, decía que el ser humano tiende a buscar cosas bonitas, orden, simetría y alegrarse la vista cuando sus necesidades básicas de hombre de las cavernas están ya cubiertas. Y ahí entra el arte. Seguir leyendo «EL ARTE DE TERESA J. CUEVAS»