Quentin Tarantino tiene diálogos geniales, ácidos… y también inesperados. Casi siempre descolocan por ser irrelevantes pero cotidianos, parecen fragmentados pero son lo más ágil y real que hay. Después de volarle los sesos al de al lado y salpicar la mesa de sangre y vísceras, un par de gánsteres opinan sobre Madonna, el tocino y las patatas fritas con mayonesa.
Y todo el mundo recuerda esas patatas fritas con mayonesa…

En las escenas de Tarantino no hay prisas para según qué, todo tiene el ritmo y la importancia que él cree que merece tener y cada uno da prioridad a lo que quiere frente al resto de cosas. La historia sigue, porque siempre sigue sin esperar a nada ni a nadie, pero las patatas fritas con mayonesa en Holanda son importantes para él. Y ésa es su esencia, su genialidad y lo que le hace tan, tan él.

El primer post de este blog se publicó un jueves de julio del año pasado, justo antes de soplar mis velas. Empezó con infinitas ganas (proporcionales a los nervios) y con tantas alegrías como retos, y al acabar 2015 conté que va a ser verdad que hay puertas rojas que te cambian la vida y que tenía una suerte como la del 79140… Seguir leyendo «Y DE REPENTE… UN AÑO»